TERRORES NOCTURNOS

TRASTORNOS DE SUEÑO / TERRORES NOCTURNOS

El sueño es una de las funciones básicas importantes que necesitan realizar las personas, ya que permite restablecer nuestro organismo y nuestras conexiones neuronales. Hoy en día, existe una gran variedad de trastornos relacionados con el sueño, tanto en adultos como en niños y adolescentes.

En este caso, uno de los trastornos que se dan con mayor frecuencia en la niñez son los terrores nocturnos, manifestándose en torno a los 3-7 años.

Este trastorno de vigilia, incluido dentro de los trastornos primarios del sueño, se caracteriza por una serie de despertares bruscos, gritos y conductas temerosas durante la fase de sueño profundo. Estos episodios suelen durar unos 20 minutos, y por lo general los niños no recuerdan lo que ha ocurrido durante ese momento y por tanto, no son capaces de explicarse.

Para diagnosticar este trastorno es necesario que  los niños, hayan presentado estos episodios de despertares bruscos de una forma recurrente, además de otros síntomas, como por ejemplo: miedo, angustia, taquicardia, entre otros.

Como consecuencia de todo ello, las funciones cognitivas, emocionales y conductuales de los niños empeoran, manifestando diferentes sintomatologías observables:

  • Irritabilidad.
  • Cambios de humor.
  • Dificultades de concentración.
  • Hiperactividad.
  • Dificultades en la memoria y aprendizaje.
  • Dificultades en la atención.
  • Enlentecimiento cognitivo.

El tratamiento base para el tratamiento de los terrores nocturnos consiste en enseñar a los padres estrategias que ayuden a reducir el estrés y la ansiedad provocada por los episodios en los niños, como por ejemplo: establecer una rutina diaria de sueño, asegurarse de que descansa adecuadamente, evitar situaciones de estrés, controlar el uso de dispositivos electrónicos, entre otras.

El Centro CoNoCe dispone de tratamientos por Neuromodulación (Neurofeedback) que permiten en un período corto estabilizar el sueño y por  consiguiente favorecer el desarrollo intelectual, el control emocional y la estabilidad fisiológica del individuo.