Comparativa de terapia con ketamina vs terapia por estimulación magnético transcraneal (EMT).
La depresión es un trastorno que afecta a 264 millones de personas en todo el mundo indiferentemente de la edad. Clínicamente, los tratamientos de primera línea suelen incluir terapia farmacológica, pero muchos de ellos desarrollan síntomas persistentes que evitan los efectos de este tipo de tratamiento. Esta es una de las causas de que se estén empezando a utilizar terapias alternativas a las convencionales.
El siguiente estudio, trata de comparar los efectos del tratamiento con ketamina y el tratamiento con estimulación magnética transcraneal en dos grupos de 12 pacientes con depresión persistente (un grupo recibió un tratamiento con ketamina y el otro recibió estimulación magnética transcraneal). Ambos grupos fueron revisados periódicamente por un psiquiatra especializado.
Convencionalmente, la depresión resistente se diagnostica cuando un paciente no experimenta mejoría con al menos dos tipos de tratamiento. Para demostrar la efectividad de la ketamina en nuestro sistema nervioso y el tratamiento de la depresión, se llevaron a cabo varios ensayos.
La ketamina, es una sustancia que produce un breve estado de euforia provocado por un incremento en el glutamato en la corteza cerebral. Esta sustancia, puede liberarse de forma intravenosa, nasal, sublingual, subcutánea e intramuscular, y sus efectos pueden durar entre 1 y 2h. Entre sus efectos adversos pueden aparecer: mareos, somnolencia, falta de coordinación, visión borrosa, sensación de extrañeza, mareo, dolor de cabeza y náuseas.
En el primer ensayo, se obtuvieron mejoras significativas en los pacientes deprimidos tras 3 días de administración. Por otra parte, estudios posteriores demostraron que los primeros efectos de la ketamina eran más rápidos, y en dosis pequeñas ya se podían reducir los síntomas depresivos.
Sin embargo, tras el seguimiento se comprobó que los efectos de la ketamina solamente eran efectivos a corto plazo, ya que aparece una reducción en la eficacia del tratamiento a partir de los 7 días. Tolerancia (Los factores intrapersonales y la adhesión al tratamiento entre otros pueden jugar un papel fundamental en el proceso y prevención de posibles recaídas).
En segundo lugar, para la estimulación magnético transcraneal se han obtenido evidencias que afirman que mantiene la misma eficacia que la terapia farmacológica como la ketamina.
La TMS es un método de estimulación cerebral no invasivo que utiliza la administración repetitiva de pulsos electromagnéticos en regiones específicas del cerebro para modular la actividad. No produce efectos secundarios y brinda un alivio rápido de síntomas depresivos. Especialmente en la ideación suicida. La TMS, también es efectiva en los tratamientos de Alzheimer y su ralentización
Este procedimiento, está orientado a la estimulación de aquella actividad más dañada y/o fortalecer aquellas funciones cruciales tanto para Actividades básicas de la vida diaria (AVDs) como para nuestras actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD).
En el tratamiento se administraron cinco sesiones por semana durante 6 semanas sobre la corteza dorsolateral prefrontal izquierda. Previamente a esto, se obtuvo el umbral de tolerancia para el tratamiento del individuo.
RESULTADOS:
Ambos grupos reducen significativamente sus puntuaciones en el postratamiento en comparación con las puntuaciones previas.
No han aparecido fluctuaciones significativamente diferenciales entre un modelo y otro.
CONCLUSIÓN:
El presente estudio ha representado un primer intento de describir y explorar ambas opciones de tratamiento, por lo que es importante tener en cuenta las limitaciones tanto de nuestras conclusiones como de nuestra muestra. Esto no ha impedido establecer unas condiciones regulares que nos han permitido probar ambos métodos de tratamiento, obteniendo ambos tratamientos como positivos en el tratamiento de la depresión persistente. Pero el tratamiento por ketamina, al contar con habituación a la sustancia que puede producir con mayor facilidad una sintomatología persistente, y la TMS al ser menos “aversiva” y producir una menor habituación a largo plazo, se podría considerar como una opción más viable.
Pese a esto, muchos autores sugieren que la combinación de ambos tipos puede proporcionar unos mejores resultados.
La realidad, es que debido a la duración de ambas terapias y el reducido número de la muestra, no se pueden obtener datos 100% fiables pero en función de las estimaciones se pueden generalizar algunos resultados.